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Vuelta a la península 2018 - Crónica completa

Iniciado por Txarly, Julio 24, 2018, 12:34:53 PM

black_rider

Gran viaje Txarly, una gran crónica y buenas fotos.
Que tal el licor de guindas de Obidos?
Black Rider
VFR FoReVer

Txarly

 :risa3: huy, entre la botella de vinho verde que nos pimplamos Revoltosa y yo para cenar,
y los chupitos de ginjinha, llegamos al hotel -andando- haciendo eses.
:drink3: :drink3:

Txarly

Día 15: Oporto - Puebla de Sanabria (207 kms)

Hoy ya salimos de Portugal, pero no sin parar antes en Guimarães y Bragança para acabar la etapa en Puebla de Sanabria. Tras un desayuno justito pero suficiente en el hostel, recupero la moto del parking previo pago de un cuantioso rescate. La operación de carga de la moto, aparcada en la calle cerca del hostel en una pseudoplaza donde cada cual aparca donde y como le apetece, atrae la atención de un nutrido grupo de abueletes que comentan la jugada desde media distancia.

Dejamos Oporto por la N13 dirección norte, con una breve parada para repostar en San Mamede. La aglomeración urbana es bastante extensa, pero poco a poco empieza a imponerse el color verde. Pequeños bosques y suaves colinas aparecen de vez en cuando para alegrar un paisaje principalmente liso. Las travesías de los numerosos núcleos urbanos (se nota la proximidad de Galicia), la mayoría sin circunvalación limpia, nos ralentiza, de modo que, pasado Trofa, decidimos ir por la autofistra para no eternizarnos.

A3, luego A7 y a las 10:30 ya estamos aparcando la moto junto a la puerta del palacio de los duques de Bragança, en Guimarães, pese a las instrucciones contradictorias que, con muy buena intención, nos daba un paisano con vocación de aparcamotos. Una vez atados los cascos, al dirigirnos hacia el palacio ducal empezamos a oir una canción de juego de tronos, "The rains of Castamere". Con el impresionante fondo del palacio ducal y, algo más lejos, el castillo, la música te transporta, y nos causó una viva impresión. El mérito era de dos músicas callejeras que, con violín y cello, ejecutaban con razonable maestría la pieza.
https://youtu.be/xw4VKi2vzKE
The rains of Castamere


Castillo de Guimarães

Guimarães fue fundada en el S.IX por un noble asturiano, Vimara Pérez, quien daría nombre a la ciudad y sería el primer conde de Portucale. Con la fundación del monasterio de San Mamede y el castillo (segunda mitad S.X) la ciudad fue creciendo, beneficiándose de donaciones de los nobles y de privilegios reales. Por cuestión de tiempo decidimos visitar solo el castillo y el palacio ducal, empezando por éste último, donde la simpática chica de billetería accedió a guardarnos cazadoras y bolsa sobredepósito.

El castillo, originalmente una simple torre con una valla de madera, tenía por misión proteger la ciudad y el monasterio de las razzias vikingas y musulmanas. En el S.XII se demolió la estructura original, construyéndose la imponente torre del homenaje y la muralla almenada y con torres que la rodea. Como todos los castillos medievales, perdió su función defensiva a partir de S.XV, con el desarrollo de la artillería. Es pequeño y se visita rápido, y desde lo alto de la torre del homenaje hay bonitas vistas de la ciudad y los valles de los alrededores. Llama la atención el patio, que no es liso, sino que conserva las afloraciones naturales de granito que se dan en la colina donde se asienta el castillo. También es curioso, aunque lógico desde el punto de vista defensivo, que la torre del homenaje carece de puerta en el patio. La única entrada posible es por una pasarela desde el camino de ronda.
 
Pasarela de acceso a la torre y vista del palacio ducal desde el castillo

Retomamos la ruta no sin antes recuperar las cazadoras y despedirnos de la simpática recepcionista, que bromea al respecto y nos desea feliz viaje. Dejamos Guimarães por la A7 entre verdes colinas boscosas, que se van convirtiendo en montes a medida que pasan los kilómetros. La temperatura es agradable y la autopista nos ofrece bonitas vistas de los valles de los alrededores a medida que serpentea entre montes. Las vistas son menos agradables cuando atravesamos las zonas que ardieron en los terribles incendios del verano, dejando montes pelados y renegridos cubiertos de tocones chamuscados. Se ve que han empezado a replantar, pero aún queda mucho hasta que vuelvan a ser los frondosos bosques que arrasó el fuego causado por algún desalmado.

Paramos a descansar y comer un bocata en un área de servicio que resulta ser justo una gasolinera y un pequeño local, suficiente para un tentempié. Una vez de nuevo en ruta tenemos ocasión de utilizar, por fin, el peaje electrónico, al atravesar una sección nueva de autopista con túnel y puente de tirantes. Los montes se han ido achatando con el paso de los kilómetros, ahora son pequeñas colinas con más cultivos que monte bajo. La autopista está en buen estado y los kilómetros caen deprisa, de modo que a eso de las tres entramos en Bragança por el sudoeste.

El navegador nos hace una pirula, la primera desde que lo uso, metiéndonos por una calle adoquinada en fuerte pendiente y cada vez más estrecha. Damos media vuelta con dificultad, aunque luego he comprobado por google maps que podríamos haber pasado, aunque no sé si con las maletas cabríamos por ese callejón... el caso es que cruzamos el casco viejo de Bragança y aparcamos a la puerta del recinto amurallado.
 
Murallas y castillo de Bragança y Revoltosa y la Espe junto a la puerta de acceso a la ciudadela

Brigantia, la ciudad celta fundada en el S.II a.C., fue rebautizada Juliobriga por el emperador Augusto en homenaje a su tío, Julio César. Fue destruída durante las guerras cristiano-musulmanas y reconstruída en el S.XII, ya como Bragança, por Sancho I "el poblador" (sí, el mismo cuya estatua vigila la entrada al castillo de Silves). El mismo Sancho I hizo construir el castillo, que actualmente alberga el museo militar de Bragança, que no visitamos. Recorremos la ciudadela, el camino de ronda de las murallas y las torres, con un ojo en el cielo, que cada vez está más nublado.

Salimos de Bragança por el norte, adentrándonos en el parque natural de Montesinho por la N103-7. De buen asfalto, la ruta sigue un trazado sinuoso entre colinas y campos cultivados y es bastante entretenida, de modo que puedo desquitarme de la aburrida autopista que hemos tenido que coger antes para ganar tiempo. Y así, tumbado de lado a lado, salimos de Portugal y entramos en Zamora, perdiendo una hora al hacerlo. Adiós, Portugal, gracias por todo. Si no nos quedases tan lejos de Niza ten por seguro que volveríamos a menudo.

Pasado Calabor empieza a hacerse presente a nuestra izquierda la sierra, que incluso muestra, para nuestra sorpresa, algunos restos de nieve. Hace cada vez más frío, y entre el cielo gris y la sierra pelada, el paraje parece abiertamente inhóspito, como si nos dijera "¡Largo de aquí, no sois bienvenidos!". Para acabar de arreglarlo, comienza a llover suavemente cuando coronamos la sierra e iniciamos el descenso por la ladera norte, que, en contraste con el pelado páramo que acabamos de cruzar, está recubierta de árboles.

Una vez en el valle, la carretera pasa a ser una sucesión de rectas y, tras atravesar un pueblín de nombre curioso, Lobeznos, llegamos a Puebla de Sanabria pasadas la seis. La chica del hotel nos estaba esperando ("Sois mis últimos huéspedes hoy", nos explica) y al vernos llegar mojados -por fuera- nos ofrece dejar la moto en el chalet de sus padres, en las afueras de Puebla. Un encanto de mujer, imposible decir que no. Tras descargar la moto, y mientras Revoltosa toma posesión de la habitación -que luego descubriríamos que era fantástica-, sigo su coche hasta un chalet a unos 600 mts. de allí. Tras pedir permiso y unos periódicos viejos, aprovecho para engrasar la cadena, y la chica reaparece con unos trapos y se pone a secar la moto por iniciativa propia (ganándose mi aguerrido corazón motero). Luego de presentarme a sus padres -que se fueron deprisa porque tenían que ir a un entierro- volvimos al hotel y ya pude salir de debajo del goretex. La cena -opípara- fue en el hostal Carlos V, que ya conocíamos de cuando hicimos la ruta de la plata.

ALOJAMIENTO
Hotel Victoria 57€ hab. doble con baño
Animas 20, 49300 Puebla de Sanabria
+ Moderno, comodísimo
+ Cuarto de baño de lujo
+ La dueña es un encanto

Txarly

Día 17: Las Salas - Somo (272 kms)

Tras una reparadora noche de sueño (pese a estar junto a la carretera, la noche ha sido tranquila y silenciosa), un suculento y opíparo desayuno nos espera a la hora convenida. Los guantes, puestos a secar junto a los radiadores, vuelven a estar secos también por fuera y, aunque hace fresco para ser casi Junio, el dia pinta bien.

Desayuno en el Vegalion

Luego de cargar la moto nos despedimos de Natalia y Antón y avanzamos hacia el noreste por la N-621. Bordeamos el embalse de Riaño, primero por su orilla sur, luego por la norte tras cruzar el largo puente y bordear el nuevo pueblo. El viejo Riaño yace, junto con otros ocho pueblos más, bajo las aguas del embalse, por un proyecto viejo (inicialmente ideado a principios del S.XX) y bastante polémico en su día; la presión popular fue tan intensa que el gobierno "socialista" de Felipe González decretó el cierre forzoso del valle, la ocupación militar del mismo y la expulsión de todos sus habitantes. En el colmo del cinismo, las compuertas del embalse se cerraron, concluyendo el proyecto, el 31 de Diciembre de 1987, justo un día antes de que entrase en vigor una directiva europea que hubiese hecho inviable su construcción. Cacicadas aparte, el paisaje es espectacular, con las estribaciones de Picos al norte y una cadena de montes boscosos al sur.

Vista aérea del embalse de Riaño

A partir de Boca de Huérgano tenemos dos posibles rutas: por el norte, pasando el puerto de san Glorio, Potes y el desfiladero de la Hermida; o por el sur, atravesando la reserva de Fuentes Carrionas, bordeando el embalse del Ebro y luego Estacas de Trueba o El Escudo. Ambas son muy tentadoras, pero al final escogemos la opción sur por ser una zona que aún no hemos explorado, al menos hasta el embalse del Ebro, y porque el tiempo será, probablemente, más clemente. Así pues, enfilamos la LE-215 hacia el sur, que se retuerce encajonada entre montes recubiertos de bosques. La carretera es bonita y divertida, y apenas tiene tráfico, de manera que avanzamos deprisa, cruzando de vez en cuanto pequeños pueblos de casas de piedra y tejas viejas.

Pasamos a Palencia y en Velilla del Río Carrión giramos al norte por la P-210, entre imponentes montes de roca caliza. Rodeamos el embalse de Compuerto por el norte por una carretera revirada y de asfalto delicioso. Se nota que ha sido un invierno y una primavera bien lluviosas, pues todos los embalses están a rebosar, o esa impresión da. El siguiente embalse, el de Camporredondo, también está bien lleno según podemos constatar al seguir su orilla norte, disfrutando de la ruta y del paisaje. Un tramo bien divertido de curvas enlazadas nos lleva al embalse de Cervera-Ruesga y, poco después, la villa de Cervera de Pisuerga, que atravesamos sin detenernos.

Una vez fuera de la reserva de Fuentes Carrionas el relieve se suaviza, pasando a ser más la típica meseta castellana, de pequeñas ondulaciones y campos labrados. La carretera, en consecuencia, se hace más recta, aunque el tramo final entre densos bosques justo antes de Aguilar de Campoo resulta ser una grata sorpresa. Aquí paramos a repostar y tomarnos un descanso y un café, y en el itinerario original estaba previsto despedirnos aquí de Sergio, que podría haber vuelto a Valencia por Burgos, Soria y Teruel. Nosotros tenemos dos paradas previstas, una de broma y otra erótico-cultural. Para la primera recorremos algunas secundarias sorprendentemente bien asfaltadas y con muy poco tráfico hasta llegar a un afluente del Ebro de nombre gracioso (ver fotos adjuntas). Tan poco tráfico hay, que al salir de un pequeño cambio de rasante sorprendemos a una cigüeña en el arcén, que levanta el vuelo asustada a poco más de un metro de nosotros, una pena que no fuéramos grabando en ese momento.
 
La Espe en el río erótico y Echando unas risas

Para la parada erótico-cultural hay que llegar a Cervatos, pues allí se encuentra la colegiata de San Pedro, románica del S.XII. Es un bonito ejemplo de romático cántabro, con frisos de temas vegetales y capiteles muy curiosos y originales, algunos de temática erótica.
 
Capiteles curiosos y Mujer enseñando la almeja

Seguimos por la N-611, deliciosamente vacía al ir paralela a la A-67, y giramos al este por la CA-730 para bordear el embalse del Ebro por el sur. Chispea ligeramente mientras pasamos de Cantabria a Burgos, aunque enseguida para. El atajo para llegar a Cabañas de Virtus de puro recto parece tirado a cordel, y transmite sensaciones contradictorias: por un lado ves a lo lejos el plano de agua del embalse y, por encima, las estribaciones de la cordillera cantábrica, y por otro, el terreno que te rodea, como de turba, parece más de costa y no encaja allí. Las abundantes nubes que coronan la cordillera no presagian nada bueno, de modo que en vez de seguir la ruta prevista por Estacas de Trueba, pasaremos por el Escudo. Acabamos de rodear el embalse por la N-623 y empezamos el ascenso del puerto, con esa subida suave y gradual, de amplios paisajes, típica de la cara sur de la cordillera cantábrica. Poco a poco la niebla nos engulle y la visibilidad es, en términos técnicos, un pimiento. Bajo significativamente el ritmo e utilizo el navegador para saber si la curva que intuyo hay delante nuestro gira a derechas o izquierdas. Hay tal niebla que ni vemos la antena de la cumbre, y somos conscientes de haber coronado el puerto porque empezamos a bajar.

Por suerte apenas llueve, aunque el suelo está húmedo, hay que ir con cuidado. Poco a poco empezamos a recuperar la vista y a disfrutar del paisaje cántabro, y más cuando el asfalto se va secando. Una parada rápida para repostar y confirmar por waxap a mi padre que estamos a 50 kms ("Estoy a 20 minutos. Llegaré en 10") Después de Puente Viesgo tiramos por la A-8 para rematar rápido el último tramo y poco después de las dos aparcamos frente a la casa de mi padre en Somo. Aquí me llevé una sorpresa mayúscula, pues mi hermano pequeño, con quien había coordinado nuestro viaje para que coincidiese con el suyo (vive en México), se había traído a su hija mayor, Mar, mi ahijada, sin decirme nada, el muy canalla. Imaginaros mi sorpresa al verla salir de su escondrijo al trote y saltar sobre mí.

El resto del día no tiene relevancia motera, fue comida y reunión familiar. Permanecimos en Somo dos noches y el primero de Junio fuimos a estar con mi madre y el resto de mi familia, en Bilbao. Y de paso, a ver a unos buenos amigos.

Revoltosa, mi padre y 'street art' en Somo

ALOJAMIENTO
En casa de mi padre
+ Muy buena compañía
+ Garaje cerrado para la moto
+ Galletas Chiquilín y tortas de aceite para desayunar

Txarly

Día 23: Bilbao - Tarbes (406 kms)

Han transcurrido seis días desde nuestra llegada a Somo, y, salvo para ir a Bilbao, no hemos tocado la moto para nada, y menos mal, porque el tiempo ha sido desapacible, con lluvia y frío. Hemos aprovechado para estar con familia y amigos, pero ya toca empezar a volver. Para evitar un palizón de aburrida autofistra, vamos volver a Niza por nacionales en tres etapas. Hoy cruzaremos Pirineos y llegaremos hasta Tarbes. El plan inicial era descubrir el paso del valle del Roncal, pero como anuncian lluvia (de hecho, lleva lloviendo casi sin parar los tres últimos días) he programado la ruta por Roncesvalles como alternativa por si se pone fea la cosa.

Después de desayunar con mi madre viendo llover por la ventana, me enfundo el goretex y salgo, resignado, a por la moto. Al sacar la moto del garaje me llevo una grata sorpresa: ha parado de llover, de modo que la operación de carga de la moto puede hacerse sin la molestia de la lluvia. Nos despedimos de amatxu con las carantoñas de rigor e iniciamos la ruta, mentalizados con que nos va a llover.

Salimos por la circunvalación e, inicialmente, la AP-8, para evitar travesías. Una estímación demasiado optimista de la reserva me obliga a dejar la autofistra en Ermua, y acabamos llenando el depósito a la entrada de Eibar. Seguimos por la N-634, serpenteando entre montañas boscosas con caseríos dispersos, típico paisaje vasco. La lluvia de momento nos da tregua, aunque el suelo está mojado y el cielo bastante cerrado. Pasado Elgóibar abandonamos la ribera del Deba para adentrarnos en Guipúzcoa por la GI-2634. La carretera, de buen asfalto, sube y baja adaptándose al relieve. En las ocasiones en que el bosque lo permite, vemos un paisaje de montes de crestas rocosas con manchas blancas de los caseríos y con sus laderas pintadas de verde en dos tonos: el verde oscuro de los bosques y el verde claro de las praderas donde pacen rebaños de ovejas. Topónimos vascos desfilan ante nosotros: Azkoitia, Azpeitia, Tolosa... aquí tiramos por la GI-2135 y el paisaje sigue siendo boscoso, pero de relieve más abrupto. Pasamos a Navarra y en Lekunberri llenamos el tanque para evitar angustias al cruzar Pirineos.

Cogemos la A-15 para acabar de rodear la sierra de Aralar y, entre montes boscosos que gradualmente se achatan y separan, llegamos a Pamplona, que rodeamos por la PA-30 norte. Hasta aquí la lluvia no ha incordiado demasiado, pero al enfilar hacia el norte por la N-135 dirección Roncesvalles resulta evidente que la tregua se va a acabar más pronto que tarde. Los amplios valles con campos cultivados que nos ven pasar van convirtiéndose en montes boscosos entre los que serpentea la carretera. Las nubes bajas se dejan jirones enganchados en los bosques de las cimas de los montes que nos rodean, dándole un aspecto fantasmagórico al paisaje. Llueve de manera regular y en Espinal, ya cerca de la muga, llenamos gasolina para ahorrar un poco y paramos a comer de menú en un hostal.

Vista aérea de la colegiata de Roncesvalles

Roncesvalles es uno de los pasos naturales de Pirineos. Por aquí pasa el "camino francés" a Santiago, y por aquí entraron a la península los celtas, los godos y los francos del imperio carolingio. Antes de coronarse emperador con el pomposo nombre de Carlomagno, el joven rey Carlos sitiaba Zaragoza pero tuvo que levantar el sitio para volver a su reino a rechazar un ataque sajón y aplastar un levantamiento en Aquitania. De camino, para quitarse la frustración, saqueó Pamplona, a la sazón capital de los vascones, cosa que les sentó comprensiblemente mal. Para vengarse, los vascones prepararon una emboscada en uno de los pasos de montaña que conocían tan bien, acabando con unas columnas de la retarguardia carolingia y entre ellos, con uno de sus líderes, el conde Roldán. Tres siglos después, una versión épicamente adornada vería la luz: el Cantar de Roldán (en francés, la Chanson de Roland), donde el saqueo ni se menciona, la emboscada de vascones se convierte en una enorme batalla contra 400,000 sarracenos y Roldán, de conde pelado pasa a ser sobrino del emperador (la emboscada  tuvo lugar 22 años antes de la coronación) Siendo honestos, nada que desentonase de los cantares de gesta de la época.
 
Estatua de Roldán malherido y Miniatura ilustrando la muerte del héroe

Nosotros no vimos sarracenos, sino lluvia, que nos disuadió de parar a ver la colegiata del S.XIII y se intensificó al pasar al lado francés. Una pena, porque la carretera es bonita y divertida. Pasado Saint-Jean-Pied-de-Port el relieve se va suavizando, con campos cultivados y pequeños montes, y el trazado es más recto. Al llegar a la vega del Oloron, los montes son un lejano recuerdo y solo se ven grandes llanuras cultivadas con algún bosquecillo ocasional. Pasado Salles-de-Béarn estamos tan hartos de lluvia que cogemos la A64 para acabar lo antes posible. Hacemos una pausa en una gasolinera poco antes de Pau y, tras recorrer los poco más de 60 kms que nos separan de Tarbes y guiados por el navegador, llegamos a nuestro destino: una casa particular donde ya nos espera Danielle, nuestra anfitriona. Sacamos el equipaje y tomamos posesión de la habitación, pero estamos cansados y deprimidos de tanta lluvia, de manera que en vez de visitar la villa nos limitamos a relajarnos y descansar, leyendo y oyendo música.

ALOJAMIENTO
Chambre d'Hotes La Clauzière 60€ hab. doble con baño, desayuno incluído
45 ter, chemin du Clauzier, 65000 Tarbes
+ Ambiente hogareño y acogedor
+ Desayuno casero y abundante
- Baño algo pequeño

jaem

Qué buen ratito leyéndote.


Enviado desde mi LT30p mediante Tapatalk

"No hay lugar en el mundo
donde mi imaginación
no me pueda llevar"

ManuVFR

Impresionante crónica que te estás marcando chavalote   :bienn: :bienn: :bienn: :bienn: :bienn: :bienn:.

Lo que  estamos aprendiendo de tu viaje por dioxxxxxxxxxxxxxxxx.

Muchas Gracias por el currelo  :eusa_clap: :eusa_clap: :eusa_clap: :eusa_clap:

Vsssssssssssssssssssssssss


¡¡¡ Mientras lleguemos todos ...... Me da igual  ¡¡¡

Txarly

Día 24: Tarbes - Lodève (387 kms)

Un descanso reparador, un buen desayuno y un cielo despejado ponen de buen humor a cualquier motero, y nosotros no somos una excepción. Además, al pasar al comedor, Danielle nos sorprende con música argentina: tangos. Nos explica que le encanta el tango y que Tarbes organiza cada año diversos espectáculos que giran alrededor del tango (http://www.tarbesentango.fr/)

Danielle tiene que irse a trabajar, así que nos explica que hacer con la llave, se despide deseándonos buen viaje y se va. Acabamos de cargar la moto, cerramos y nos ponemos en ruta poco después de las 9. Hay nubes altas, pero no parece que vaya a llover, y dejamos Tarbes atrás enfilando la A64 hacia el este. A nuestra derecha, a lo lejos, se ven las cumbres de los Pirineos, y la autofistra traza amplias curvas para sortear pequeñas colinas recubiertas de espeso bosque.

Barcos en un área de descanso de la autofistra, en medio de Francia (?!?)

En el área de descanso de Comminges paramos a tomar un café y nos encontramos con un pequeño puerto, con media docena de barcos. No es el capricho de ningún millonario chalado, sino que han venido navegando por el canal de Midi. En el S.XVII se construyó un canal que une Toulouse con el Mediterráneo. Más tarde, en el S.XIX, el canal del Garona unió Burdeos con Toulouse, permitiendo la navegación hasta el Atlántico cruzando todo el sur de Francia. El conjunto de ambos se denomina "canal de Dos Mares" y permite cruzar navegando del Atlántico al Mediterráneo a cualquier buque de calado no superior a 1,6 mts. Inicialmente utilizado para el transporte de personas, correo y mercancías, las barcazas eran arrastradas con sogas por recuas de mulas y caballos desde ambas orillas, por los "caminos de sirga". Con el paso del tiempo, a medida que las carreteras mejoran y, sobre todo, el ferrocarril se desarrolla, el canal cae en desuso y hoy en día el tráfico es casi exclusivamente turístico.
 
El canal de Midi en las cercanías de Toulouse y Vista aérea de la ciudadela de Carcassonne

Tras cruzar el río Garona el entorno cambia, haciéndose más llano y los bosques dejan paso a grandes supercies cultivadas. La autofistra se vuelve recta y aburrida, y casi sin darnos cuenta estamos atravesando Toulouse por su circunvalación. Seguimos hacia el este por la A61 a buen ritmo, viendo pasar enormes campos de girasoles, extensos viñedos, los techos de la ciudadela de Carcassonne y los aerogeneradores del macizo de Fontfroide hasta empalmar con la denostada A9. Con el mar a nuestra derecha, nos sumergimos en el variopinto flujo de vehículos y dejamos atrás Narbona, y en las llanuras de Beziers tomamos la A75. Aquí el tráfico es muchísimo menor, y rodamos tranquilos por rectas interminables hasta que aparecen los primeros montes y la carretera se empieza a retorcer. Voy con un ojo en el cuentakilómetros porque, desde que dejamos la A9, no he visto ni una triste gasolinera y ya estamos en reserva. Cuando empezaba a considerar seriamente que nos podíamos quedar tirados, veo un supermercado con gasolinera y salgo de la autovía entre suspiros de alivio. Retomamos la ruta y enseguida llegamos a Lodève, donde, como mandan las leyes de Murphy, varias gasolineras nos salen al paso.

El puente de hierro de Lodève

Situada entre montes boscosos al pie del río Lergue, Lodève debe su nombre a sus yacimientos arcillosos, utilizados para alfarería. En galo antiguo, "Luteva" significaría "villa fangosa". Capital de los Volcas, una tribu celta, durante la ocupación romana pasó a llamarse Forum Neronis. Nombrada sede diocesal desde el S.III hasta la revolución, su patrimonio se enriqueció con la catedral de Saint-Fulcran en el S.XIII  y con el palacio episcopal. Arrasada por los hugonotes durante las guerras de religión del S.XVI, se enriqueció con la producción textil durante el S.XVIII, especialmente cuando el cardenal de Fleury, nacido en Lodève y a la sazón ministro de Luis XV, le concedió el monopolio de telas para las tropas de infantería real. Sin duda esto fue inspirador para Amancio Ortega...

Atravesamos despacio el pueblo por su calle principal y en la calle por la que tendría que torcer para llegar al B&B me encuentro un prohibido el paso, de modo que sigo para intentar entrar por el otro lado... imposible, es un callejón particular cerrado con una valla. Mosqueado llamo al B&B pero no contestan, así que vuelvo al prohibido y descubro que tiene truco: el cartel de debajo indica que está prohibido los sábados de 6 a 14:30, más tarde sabríamos que por el mercado sabatino. Bajamos la cuesta, giramos a la izquierda y aparcamos, quitándonos cascos y cazadoras pues empieza a apretar el calor. Luego de recorrer la calle, que por suerte es corta, encontramos el número 3, escondido tras una esquina. Vuelvo a llamar y esta vez sí contestan, y a los cinco minutos una mujerona de mirada bovina, amplia sonrisa y expresión afable nos abre las puertas y nos conduce a nuestra habitación, en la planta baja de una casa unifamiliar. Annabelle -así se llama- nos explica que ellos viven en la primera planta y que esa era la habitación de su hijo mayor, hoy militar, y la ponen de B&B para sacar un dinerillo. Luego nos deja un juego de llaves, nos explica como activar y desactivar la alarma, y se vuelve al trabajo, dejándonos solos. Nos cambiamos, comemos unos bocadillos que traíamos preparados y salimos a visitar el pueblo.
 
Exterior de la catedral y Órgano del S.XVIII

La catedral de San Fulcran, de estilo gótico meridional, comenzó a construirse en la segunda mitad del S.XIII en distintas fases, pero avanzaba despacio. Durante el obispado de Bernardo Gui las obras paran por por falta de fondos (el inquisidor de "El nombre de la rosa" es un personaje histórico, fue inquisidor de Toulouse a principios del S.XIV y no era el fanático quemaherejes que pinta la película; sólo el 6% de sus condenas fueron a la hoguera) Varias epidemas de peste y la guerra de los cien años (116 en realidad) tampoco contribuyeron a mejorar la cosa. Finalmente, la fachada se concluyó en 1430, 165 años después de su inicio.

La catedral que hoy vemos es una mole con grandes ventanales típicamente góticos, contrafuertes macizos que suben hasta el techo, sin arbotantes, y una gran torre cuadrada. El exterior, aparte de los pináculos de los contrafuertes, carece de adornos, y el conjunto parece más un castillo que una catedral. Una vez dentro puedes admirar el gran volumen de la nave principal, iluminada por la luz multicolor de las impresionantes vidrieras, y el bonito órgano del S.XVIII.

Otra cosa que nos llamó la atención fue el monumento a los caídos por Francia (1ªGM, 2ªGM e Indochina) que no es la típica placa con nombres sin más, sino un impresionante conjunto escultural a tamaño real obra de un artista local. El paseo a lo largo del río es agradable y permite apreciar la belleza del pueblo y su entorno.
 
Vidrieras del ábside y Monumento a los caídos en las guerras del S.XX

ALOJAMIENTO
Suite parentale 50€ hab. doble con baño, desayuno incluído
3 Rue VILLENEUVE , 34700 Lodève
+ Trato familiar
+ Anfitriones amables y simpáticos
+ Garaje cerrado para la moto
- Difícil de encontrar

Txarly

Día 25: Lodève - Niza (384 kms)

Hoy es ya la última etapa del viaje, volvemos a casa. Desayunamos casi en familia, pues el hijo pequeño de nuestros anfitriones anda trasteando por la cocina mientras damos buena cuenta de la bollería y tostadas que Annabelle nos ha preparado. Luego sacamos la moto del garaje, la cargamos por última vez en este viaje y dejamos Lodève pasadas las 9. El día se presenta despejado y de temperatura agradable y, luego de cruzar el río, salimos a la A75, esta vez hacia el sur. Los montes que rodean Lodève se van achatando y enseguida llegamos a la llanura aluvial del rio Hérault, donde giramos al este por la A750 hacia Montpellier.

¿Y ahora por dónde voy?

De fundación tardía (en el S.VIII) Montpellier se vio favorecida por su situación algo alejada de la costa, que la libraba de los frecuentes ataques piratas que sufrían las villas costeras. El señorío de Montpellier prosperó como centro comercial y pasó de mano en mano: a la corona de Aragón por matrimonio en el S.XIII, luego al reino de Mallorca que, a mediados del S.XIV, lo vendió al rey francés Felipe VI. Durante las guerras de religión fue foco de resistencia protestante -muchos habitantes eran hugonotes- hasta que las tropas de Luis XIII tomaron la ciudad tras un asedio de veinte (!) meses. Hoy en día supera los 300 mil habitantes y personalmente detesto tener que atravesarla, porque carece de una buena circunvalación y hay que meterse por un laberinto de calles insuficientemente señalizadas con una miríada de rotondas, algunas con indicaciones contradictorias (ver foto)

Tras un par de intentos fallidos consigo atinar con una circunvalación adecuada y en unos minutos nos incorporamos a la A9 por el intercambiador Montpellier Oeste, fundiéndonos en el intenso tráfico; ojito con el radar de tramo de la A9 a su paso por aquí. Un paisaje llano con escasas colinas y eventuales bosques nos conduce hasta Gallargues, donde dejamos la autofistra para hacer como a la ida, cortar por la Camarga.

Flamencos rosas en la Camarga

Zona pantanosa de gran riqueza biológica del delta del Ródano, la Camarga sirve de refugio invernal a numerosas especies de patos salvajes y de área de descanso a diversas aves migratorias, como los flamencos rosas. Es una de las pocas regiones de Francia donde se crían toros, tanto bravos de lidia como de raza camarguesa, pastoreados a caballo con largas varas. También celebran corridas de toros, que acaban retirando al toro en vez de dándole muerte.

Toros camargueses

Atravesando por largas rectas un terreno completamente llano nos adentramos en la Camarga por la D6572, entre viñedos, cultivos de cereal y algunos bosquecillos aislados. En Saint-Gilles paramos a descansar y tomarnos un refresco y, poco después, cruzamos el "pequeño Ródano", unos de los brazos del río, por un puente de arco verde y tirantes amarillos que hacen que me pregunte si quien lo diseñó no sería daltónico. Ya por autovía, en Arlés cruzamos el impresionante caudal principal del Ródano y empezamos a salir de su delta, aunque el terreno sigue siendo llano hasta aburrir. A partir de Saint-Martin-de-Crau empieza la autopista de peaje, por la que nos adentramos resignados ante la falta de alternativas en las que no eternizarse.

El resto del trayecto es ya un viejo conocido y no tiene mayor historia: en Salon-de-Provence pasamos a la A7, en Aix-en-Provence a la A8, que nos recibe con lluvia suave, y hacemos una breve parada en el área de descanso de l'Arc, rodeados por decenas de Harleys, debe haber una concentración. Al menos el paisaje es más entretenido, con la masa rocosa de la montaña de Sainte-Victoire al norte y el macizo de la Sainte-Baume al sudeste. Entre suaves montañas cubiertas de pino mediterráneo llegamos a  Vidauban, donde ponemos la gasolina justa para llegar a casa. Pasado Frejus atacamos el único tramo divertido de la A8, el que atraviesa el macizo del Esterel y su inconfundible roca volcánica colorada; una pena que algunos radares aguen la fiesta. Podéis ver detalles aquí: http://www.radars-auto.com/carte-radar/var/

Sobre las 3 de la tarde llegamos a casa, descargamos la moto y mientras Revoltosa trastea en casa, yo llevo la moto al parking y a la vuelta compro algo de comer en el chino de cabecera. Cansados pero felices concluimos este viaje de primavera 2018 que, pese a un tiempo algo errático, ha sido una viaje estupendo. Portugal, para mí un gran desconocido hasta entonces, ha resultado ser un país lleno de lugares increíbles y gente encantadora, y encima no es caro. Muy, muy recomendable.

Txarly

#49
Con esto concluye la tochocrónica-culebrón de nuestro viaje alrededor de la península. Espero que la hayáis disfrutado y, sobre todo, que os incite a viajar... en moto, claro.
Gracias por las alabanzas y disculpadme por la tardanza en las entregas, pero la preparación lleva su tiempo y de eso andamos todos escasos. Además, le da un punto emoción al relato  :risa7:

Para concluir, dar las gracias a todos los colegas que han hecho posible este fantástico viaje.
Agradecimientos en orden cronológico a:
- Revoltosa, mi sufrida pasajera, por su presencia y por su imprescindible apoyo logístico y fotográfico.
- Isma, que quiso venir pero no pudo, a ver si la próxima hay más suerte.
- Sergio 'Duca', mi hermano de rutas, por tu hospitalidad y tu buen humor constante.
- Fuly por habernos enseñado "tu" Alpujarra.
- Reyes y Ana, por ser las mejores guías gastronómico-culturales de Sevilla.
- Lapahisa 'Terre', por los buenos ratos pasados juntos
- Cardeiro, otro hermano de rutas, por pegarte la panzada de kms sólo para vernos un rato. Que la siguiente sean varios días...

Nos vemos en la carretera !!
:adios1:

jaem

No puedo menos que agradecerte todo el tiempo dedicado a contar y documentar vuestro viaje.
Has de saber que su lectura me ha resultado grata y amena.
En breve empezaré mi crónica de este año, he esperado a que finalizaras la tuya, pero miarma, has dejado el listón bien alto.

:ok: :eusa_clap:
"No hay lugar en el mundo
donde mi imaginación
no me pueda llevar"

buho

Muchas gracias por compartir tan magnifico viaje con nosotros. De tocho nada ha sido una lectura la mar de entretenida  :ok:

Un saludo  :victory:

Txarly

Gracias chavalotes, da gusto cuando se aprecia el trabajo que lleva esto.
Espero vuestras crónicas !
V's

nano

Me encanta leer estas crónicas de viajes, la tuya es espectacular, se aprende un montón sobre cómo lidiar con un viaje de este tipo.
Muchas gracias por compartirlo

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ManuVFR

Haz hecho el viaje 2 veces, una en moto y otra al recordarlo al escribirlo  :bienn: :bienn: :bienn: :bienn: :bienn:.

Una crónica al detalle, bien escrita, con historia , fotos, experiencias y un sinfín de vivencias que habéis compartido con nosotros.

Gracias por el currelo tan inmenso y seguid así.  :eusa_clap: :eusa_clap: :eusa_clap: :eusa_clap:

Vssssssssssssssssssssssssss 



¡¡¡ Mientras lleguemos todos ...... Me da igual  ¡¡¡

temible

Bonito viaje Txarly y gracias por compartirlo con nosotros✌✌✌

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No vayas nunca más rápido de lo que tu ángel guardián puede volar...