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La nuestra no es época de héroes.

Iniciado por Nebari, Marzo 07, 2014, 05:35:28 PM

Nebari

De Cinta americana. Solo Moto 30, julio 1985.

Sábado noche en el pub. Al final de los sesenta. Verano inglés. Sin nubes y sin lluvia. Puerta abierta a un parking lleno de Triumph, BSA, Norton, más alguna Velocette, Enfield y hasta una Vincent. Y también una Honda 450 bicilíndrica.... Un intruso del futuro.

Monos negros, chaquetas de cuero negro, tejanos alpicados con Castrol R, botas altas "Highwayman", cascos Jet y Cromwell, con gafas.

Las historias de aventuras en carretera eran escalofriantes, y con aquellas motos de aquellos tiempos de Inglaterra al final de los sesenta, no había que recurrir nunca a las mentiras. O ¿es que nunca has roto un cable del tambor delantero de una Triumph Bonneville en la entrada de una curva?

"Estaba gas a fondo a 110 millas por hora (176 km./h) en la bajada de "la Colina del escocés" con la curva asomando. Frené fuerte, pero ¡se me rompió el cable!

"La moto pareció acelerar aún con el puño cerrado, y solo tuve tiempo para enganchar la tercera marcha antes de meter la Bonnie en la curva. Iba tan deprisa cuando metí la tercera, que la rueda trasera  empezó ha hacer grandes rebotes y no pude inclinar hasta que estaba casi fuera de la carretera. Entré en la curva con la rueda trasera todavía rebotando un poco y con la moto meneándose. Y cuando tenía la situación casi, casi bajo control y cuando pude ver la salida de la curva ¡vi por delante a "Old Bill" (el viejo Guillermo, argot británico para la policía de tráfico) en pleno centro de la carretera con la mano arriba. Había parado el tráfico que subía. Era para dejar pasar un coche fúnebre y una maldita caravana de lamentadores. "Old Hill" me vió en el mismo instante que yo le vi a él. Metí la segunda y la Bonnie volvió a rebotar de nuevo, clavé el freno trasero y la moto se cruzaba. Old Bill ya había dejado paso al coche fúnebre , pero dio un salto hacia atrás para meterse en su camino. El coger frenó, pero Old Bill acabó sobre el capó. Su casco de Bobbie se cayó, y oí un choque cuando el coche de la viuda dio contra el coche del muerto, y yo pasé justo por delante del parachoques con la moto cruzada sobre la gravilla y por poco pierdo la rueda delantera al aplastar el casco de Old Hill.

"Cuando por fin pude parar, miré atrás y les ví a todos viniendo a por mí, Ol Hill, los hijos del muerto, el coger, y la mitad de los lamentadores. Y yo con el motor parado. No había tiempo para buscar punto muerto y dar patada. Me bajé de la moto. Empujé hacia atrás sobre compresión, cogí el embrague y empecé a empujar como un condenado. No me atreví a mirar atrás, pero estaban casi encima. Solté el embrague y el motor empezó a girar pero sin coger...  y de pontro arrancó y salí de allí en segunda, con el embrague patinando y las manos de Old Bill a media pulgada de mi cuello..."

La historia nos gustó, y Andy se levantó a buscar una ronda de "pints". Estábamos como siempre el sábado por la noche en el Sporting Farmer de Ipswich, cascos en la mesa, motos en el parking.

Eramos siempre cuatro: Roy, Andy, Frank y6 yo. Tres ingleses de Suffolk y un "yank" de Illinois. Todos corríamos en moto, pero también íbamos en moto por la calle, y las carreras por las carreteras secundarias entre Ipswich y Felixtowe eran algunas veces aún más locas y emocionantes que las carreras de verdad en Brands Hatch, Snetterton y Cadwell Park. En el Sporting Farmer con los más quemados de Ipswich, cada semana para cambiar aventuras.

Roy corría con una Triton, motor Norton en bastidor Triumph, Andy había comprado una Yamaha 250 de aire, que nunca arrancaba, y cuando arrancaba siempre gripaba, y Frank tenía una Greeves Silverstone 250 monocilíndrica que hacía ruidos muy feos pero siempre acababa todas las carreras, cosa que fastidiaba a Andy, ya que él se la había vendido a Frank para comprar la Yamaha . Yo tenía una Ducati 250 "24 horas" comprada en Mototrans y transportada a Inglaterra en mi Mini furgoneta. Estaba ahorrando para comprar una Norton.

Todos, salvo Frank que siempre acababa las carreras, nos caíamos en cantidad, y Roy y Andy solían pasar de vez encunado una noche, o sábado o domingo, en el Norwich General , el hospital más cercano a Snetterton. Yo nunca pasé una noche en este hospital, pero llegué a conocer bastante bien los hospitales de Loth (cerca de Cadwell) y Dartford (cerca de Brands).

Durante mucho tiempo, Andy tuvo en su haber el prestigio de haber caído dos veces en un día  a más de 180 por la recta de Snetterton... escupido por las orejas como una mosca cuando su Yamaha se gripó.

Mi mejor caída fue bastante aparatosa al pasarme de frenada para la última curva en la última vuelta de la carrera de "fuerza libre" yendo quinto con la pequeña Ducati.

Pero Roy acabó estableciéndose como el campeón en caídas espectaculares  al salir de la pista en Brands precisamente en la curva de Paddock, justo delante de tribuna de boxes. Paddock es una bajada espectacular, pero las protecciones guarda rail de acero con unas pocas balas de paja, están muy cerca de la pista.

Aquel día Roy "se mató", y esto por poco le cuesta su trabajo. Pero tuvo suerte, y su jefe decidió darle dos meses de permiso, sin sueldo por supuesto, para recuperarse de las consecuencias de su caída "mortal".

Todos hemos caído, pero cuando está Roy presente, nos da vergüenza contar nuestras pbres caídas con conmociones, huesos rotos y ambulancias. Cuando estás delante de uno que ha pagado elo precio máximo matándose, hay que comprarle un pint y callar.

Lo que pasó es que Roy se quedó técnicamente muerto al lado de la pista. El médico, al verle después de comprobar que ya no respiraba dijo: "ya no está con nosotros. Y Roy dice que se acuerda de todo.

"Yo estaba volando encima del circuito y lo pude ver todo. Ví como Goldsmith  iba ganando la carrera con su Norton. Vi a Frank en el paddock empujando a Andy y la Yamaha, y vi mi coche y mi remolque en el parking y pensaba: "Bueno, si estoy muerto no tendré que aguantar la paliza del viaje de vuelta a Ipswich. Pero estaba algo triste también, por la moto, sabes, porque el bastidor estaba torcido y conseguir otro bastidor Norton "featherbed" a buen precio no sería nada fácil".

Ahora el que había contado la historia del cable roto y el coche de muertos escuchaba con respeto, hasta con reverencia, porque en nuestro círculo nadie contaba nunca mentiras. Era la única regla del juego. Y todos sabíamos que Roy jamás inventaría nada.

Dándose cuenta de la expectación  en nuestro pequeño grupo en el rincón de siempre del Pub "Sporting Farmer", Roy levantó su jarra y nos hizo ver que solo le quedaba media pulgada. "Estamos quedando secos", dije, ya que yo había comprado la primera ronda y todos lo sabían.

"Sí, ¿a quien le toca? Dijo Andy, y me acordé de que Andy había comprado la última ronda .

Frank miraba a sus pies intentando convertirse en un mueble del pub, intentando ser el hombre invisible. Pero todos le mirábamos tan fijamente que se levantó sin decir nada y llevó las jarras a la barra. Cuando cada uno ya tenía un pint en la barra, Roy siguió: "Aquella vez que me maté en Brands Hatch, ¿estábamos hablando de aquella vez? (Sí! Dice el autor del cuento del cable roto en la colina del escocés, un chico de Ipswich y del "otro Club Triumph" y no del de Roy... pero un buen chico a pesar de eso). "Pues yo iba cuarto y tenía a Goldsmith a la vista. Pude  ver el humo blanco de sus escapes cuando abría los carburadores de la Norton en la salida de las curvas. Pude oír el petardeo de la Norton de Graddage que iba segundo y tenía a Malc justo delante. Y me puse a pensar ¿Cómo le voy a pasar?, ¿Dónde? Y se me ocurrió una idea... pasarle por fuera en Paddock, en la frenada , pero se le había ocurrido a Malc hacer lo mismo a Graddage en el mismo sitio y yo llegué a Paddock decidido a esperar a que frenara Malc, para frenar yo justo después. Y lo hice, pasé no solamente a Malc sino a Graddage también y pensé, ¡voy segundo! Pero ya no estaba sobre el asfalto. La rueda delantera había salido a pisar césped y volé por los aires. Y después dí contra el guardarrail y de pronto no sentí nada y estaba volando encima de Brands Hatch".

"Pude ver todo, pero aun tan alto y lejos de mi cuerpo pude oir jadear al médico cuando llegó corriendo desde el control de Paddock, y le pude oir cuando dijo: "Ya no está entre nosotros".

"Pero de pronto sentí un dolor muy agudo en el pecho y miré abajo para ver al doctor  dándome unos golpes en el pecho...  y me desperté en el hospital  con las piernas colgadas del techo y envuelto como una momia de nuca a cintura".

Hoy en día Frank es ingeniero de carreteras, y aunque ha trabajado en Libia, sigue en Ipswich y es soltero. Ha comprado una casa delante de la casa de sus padres y tiene una Triumph Bonneville.

Roy vive a tres manzanas en casa de sus padres. Corre con una RD350 en producción y también ha preparado una Triumph para carreras de motos históricas. Es el único de la vieja pandilla que todavía corre y el único que ha muerto, aunque solo brevemente.

Andy se ha casado y se convirtió en un importante vendedor de recambios "pirata" para Volkswagen, pero ha decidido volver otra vez a casa, a Felixtowe, y ha vendido sus acciones en la compañía de recambios para comprar una casa en su antiguo pueblo. Tiene una Ducati Panita 600 y hace muchos años que no ha corrido ni se ha caído.

Todos hemos tenido nuestras japonesas de más de 100CV y la última vez que estuvimos todos juntos para una comida india en Ipswich, llegamos a unas conclusiones interesantes.

Hoy en día, decidíamos, las velocidades que antes eran altas...¡más de cian millas por hora! (160 y pico km/h), ya son cruceros, pero se oyen menos historias "de aventura" en los pubs los sábados por la noche.

Creemos que era más divertido llevar una Norton, Triumph o BSA "Café Racer" que llevar una supersofisticada japonesa de 120 CV porque la inglesa bicilíndrica de los sesenta era ligera, de tamaño humano, y daba una sensación de potencia y velocidad con 50 CV y 175-180 km/h que las superbikes de hoy no dan con 120 CV y 240 km/h.

"Y no rompen tampoco", dijo Roy, "y por eso no llegas a conocerlas . Son como electrodomésticos. No sabes ni te importa saber nada de lo que llevan dentro. Y si algún día dejan de funcionar, hay que llevarlas al especialista. Con la Bonnie siempre sabías que

consistía en cigüeñal, bielas, embrague, cadena primaria, varilla, balancines y válvulas, porque pudiste oír el ruido de cada pieza y como la moto era sencilla de reparar no era más que trabajo de fin de semana desmontarla del todo y volverla a montarla a tiempo para empezar el rodaje el lunes por la mañana al ir al trabajo".

"Y siempre había soluciones, chapuzas, inventos para no quedarse tirado. Pero si se te estropea un encendido electrónico ¿qué?".

Y lo que más se echa de menos de aquellos tiempos es el bramar de los escapes de las inglesas, y la imagen de motociclista que te daba una rugiente inglesa. Con cuero negro, casco abierto y gafas, sentías y parecías piloto de verdad.

Nuestros sustos ocurrían a velocidades moderadas, pero el rugir de los escapes, el aire en la cara y las tremendas vibraciones de las bicilíndricas nos hacían pensar que estábamos viajando a velocidades increíbles, y que nosotros mismos, Roy, Frank Andy, yo y tú, si tuviste la suerte de vivir aquellos tiempos, ¡todos fuimos héroes!Capaces de esquivar coches fúnebres, aplastar cascos de bobbie, correr a más de cien millas por hora aplanados sobre los depósitos de nuestras inglesas bajo la luna, dejando atrás el ruido blanco de  grandes pitonazos, o haciendo temblar las tazas en la mesa del vicario al pasar por los pueblos durmientes de Suffolk rumbo a casa después de una noche de pints e historias en el pub.

De la vieja pandilla yo soy el único que está al día, probando nuevas japonesas, y algunas veces me encuentro intentando convencerles que motos como la Ninja 900 o Yamaha FJ 1.100 simplemente son versiones modernas de nuestras Triumph, BSA y Norton de los sesenta. Pero ni me lo creo yo.

Las motos actuales son tan infinitamente superiores a nuestras pobres dotes humanas de pilotaje, que nadie, ni Spencer, ni Lawson, ni el matón del barrio, pueden aprovechar en carretera pública toda su terrible caballería, y por eso el piloto de una FJ, VF100R, Ninja o Katana, ya no anda como un pirata  recién llegado del Caribe  cuando baja de su moto para entrar en el bar. Ya no se puede uno balancear como llos rockers de los sesenta, porque en aquella época todavía era posible echarle coraje y llevar al límite las agresivas, rugientes y legendarias Norton, BSA o Triumph de los sesenta.

La última vez que estuvimos en el "Sporting Farmer" había poco ambiente de motos aunque sí había muchas Honda, Suzuki, Yamaha y Kawasaki en el parking. Los motoristas con sus cascos integrales, sus monos de colores alegres (sin capa fina de Castrol R) ya hablan poco y los que hacían ruido y contaban aventuras eran los hinchas del club de fútbol de Ipswich Town, que contaban sus peleas de calle y de tribunas.

Pero en nuestro rincón de siempre hablábamos de motos, y aquella noche, la últimas vez que nos hemos reunido los cuatro "en pleno", Roy nos habló de la diferencia entre ir a Londres con la Bonnie y con la Suzuki GS 1000 de Malc (el mismo de la carrera cuando Roy se mató en Brands).

"Ir a Londres con la Bonnie siempre era una aventura, porque siempre intentábamos poner el velocímetro en las 120 millas por hora en la bajada. Unas dos millas de ligera bajada con bastante riesgo de reventar un motor o pillar una buena multa de Old Hill. Después de la recta y la colina, había una cafetería donde siempre parábamos para dejar enfriar el motor. (Roy siempre habla de sus viajes en la Triumph en plural, ya que se trata de él y su moto). "Yo solía tomar un té y después salir, sacar las herramientas y darle un repaso a la Bonnie, nivel de aceite, cadenas y darle un toque a los tornillos. Se calentaba tanto, que aún después de tomar el té estaba haciendo aquel ruido "tic,tic,tac,tic" de hierro británico enfriándose".

"Pero cuando hice el mismo viaje el año pasado (Roy viaja muy poco....  Para él Londres es casi otro país), con la Suzuki GS 1000 de Malc, tuvve que cortar en la bajada porque no se puede ir a 230 km/h en carreteas ¡te matarías de verdad!"

Con la Triton de los 55 CV ingleses, Roy se mató. Pero no era para tanto, y solo acabó perdiendo dos meses de trabajo.

Pero esto eera en otra época, cuando las motos estaban hechas a tamaño humano con prestaciones posibles de aprovechar.

Hoy, para contar una buena historia hay que mentir, porque lo que no puede ser verdad es que... "estaba gas a fondo a 250 km/h en la bajada de la colina del Escocés, con la curva asomando. Frené fuerte, pero...."

La nuestra no es época de héroes.               

D.N.




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black_rider

Una buena historia, Nebari, con tu permiso, aquí va la mía:

Agosto de 2013, puerto Gran San Bernard, en la frontera Suiza-Italia.

Iba yo con mi RC46 en un día perffecto y soleado, subiendo ese puerto, que es de un asfalto perfecto que te invita a darle gas, pero con mucho, mucho tráfico, mala combinación. El caso es que me tocó adelantar a una rulotte, esas malditas cajas rodantes que no te dejan ver un carajo de lo que hay más allá, y por algún extraño motivo que no he logrado entender, decidí adelantarla en subida sin la visibilidad que sería recomendable. El caso es que en plena maniobra de adelantamiento, y cuando quería volver a mi carril me dí cuenta que estaba lanzado casi en medio de una curva, y que la carretera giraba hacia mi derecha perdiéndose hacia abajo, con un tráfico infernal subiendo rápido de frente, y que yo iba recto hacia los guardarraíles, detrás de los cuales sólo se veía las lejanas montañas. Accioné el freno delantero presa del pánico, y, tal como me ocurrió en la curva 1 de Albacete, la rueda delantera se bloqueó empezando a patinar, así que, al contrario que en aquella ocasión, solté el freno y tumbé la moto todo lo que pude, consiguiendo meterla en la curva, cosa que aún hoy me sigue asombrando. Después de esta experiencia a la única conclusión a la que logro llegar es que no estoy a la altura de las cualidades dinámicas de mi querida V, pues ese día me salvó de una hostia casi segura que yo mismo me había fabricado, y que ciertamente pintaba muy, pero que muy mal.
Black Rider
VFR FoReVer

Nebari

No es mía, es de Denis Noyes y la escribió en el Solo Moto 30 de julio de 1985 y se refiere a las batallitas motorista de los años 50-60.

En la época en la que la escribió el artículo yo aún andaba a gatas, motorísticamente hablando, puesto que todavía usaba y disfrutaba de mi primera moto pagada con el sudor de mi frente, una preciosa y roja Bultaco Sherpa T-250, que aún conservo y por no sé por qué cruce de cables tuve la osadía de tunearla de azul para que se pareciera a la más moderna T-350 y adaptarle un guadabarros también en azul por encima del subchasis trasero.

Pero yo tampoco soy ningún héroe y también me "morí" varias veces, eso sí ya fueron con moto de carretera, porque con la Sherpa las heridas de guerra eran mucho más livianas y pasajeras, como mataduras de burro, que es lo que hacía con la Bultaco en cuanto veía una piedra por Hoyo del Manzanares o el lecho de algún río seco por La Adrada; estar más tiempo por los suelos que encima de la moto.

La primera vez que vi a la virgen fue ya con la Kawa GPX 600R, roja por supuesto, y fue en un cálido y soleado sábado de la primavera del 90. Decidí y a dar una vuelta por la sierra de Madrid, y pensé hacer la ruta de los Puertos. Ruta en la que los motoristas de Madrid nos desfogábamos de los ardores motociclistas que habíamos acumulado durante toda la semana.

Me calcé mi antiguo mono de cuero negro y me dispuse a sacar los colores a la kawa, que se convertía en bailarina en cuanto veía una curva tomada un poco más rápido de lo razonable. Una vez entré en Soto del Real me paré en el bar de la curva, en donde se separan las carreteras que van a La Morcuera y a Canencia, para saborear un refresco y prepararme para la subida, mientras pensaba en sí lo haría por Canencia o por Morcuera. Acabé la bebida y decidí que por La Morcuera. La subida fue fulgurante, a buen ritmo, concentrado en las trazadas de las curvas y automatizando los movimientos necesario para entrar y salir de las curvas. Aceleración, subir marcha, golpe de gas, frenada y bajar un hierro, o dos, según fuera la curva. Y otra vez aceleración y hierro para arriba. Brouummmmm.

Lo peligroso de La Morcuera, a mi forma de pensar es la bajada, carretera estrecha con curvas retorcidas, garrotes cerrados en los que según vas bajando de altura, ves casi debajo de tus pies y en la cuneta por dónde va la carretera. Ya casi cuando toda la emoción del descenso estaba acabando y cuando la concentración bajó de su nivel mínimo requerido, en la última curva a izquierda, en una ciega traicionera que se cierra más, como diría Luis Moya, entré más deprisa de lo que la razón aconsejaba y la curva requería, me vi venir muy deprisa hacia mi la cuneta derecha, y todavía se cerraba más, así que la opción era o caer por el barranco o saltar de la moto. Lógicamente tome la segunda alternativa y salté de la moto. Caí sobre mi hombro derecho y mi querida y nerviosa Kawa quedó tirada al borde de la carretera, inerte. Con el calor del suceso y la fogosidad de la subida me levanté rápidamente, me sacudí el polvo y me dirigí rápidamente a levantar a la GPX. No pude, me faltaban las fuerzas y me fallaba el hombro. Hice un segundo intento y nada .... Un coche de los que había adelantado en la subida, al ver el panorama paró, y gentilmente se interesó por mi estado y me ayudo a levantar la moto. Solo tenía rota la estribera izquierda, un poco la maneta del embrague y rozado todo el lateral izquierdo. Como pude la puse en marcha y me dispuse a llegar a casa. Sin parar, cabreado conmigo mismo y fui recorriendo los kilómetros que me quedaba hasta Aravaca, que era donde guardaba la moto y en donde me esperaba el coche para volver a casa.

Cuando llegué al boxe y paré no podía levantar el brazo derecho del manillar. Tenía muy seriamente tocado el hombro derecho. No podía ni si quiera cambiar de marcha en el coche. Así que como pude iba cambiando con la mano izquierda y sujetando el volante con las piernas.

Un mes de baja y una luxación acromioclavicular de 3º grado fue el resultado de aquella encendida subida a La Morcuera y la bajada de la moto en marcha.

Por eso, que no es época de heroes.

jaem

"No hay lugar en el mundo
donde mi imaginación
no me pueda llevar"

Jimmyesp


Murdock

Yo también me caí bajando la Morcuera, horquilla a derechas. Si la moto no voló 20 metros fue gracias a un murito de piedra, que ahora que recuerdo, me olvidé de besar.
Grandes Noyes y Nebari  :bienn: :bienn: :bienn:

Sonic

Bonita historia. Podría contar alguna anécdota mía pero nací tarde para hablar de la época de héroes. Yo más bien empecé cuando las motos ya superaban los limites aprovechables. Aunque mi primera moto de carretera era de 1981. Era japonesa y a pesar de ello, indestructible: una Kawasaki GT750 con cardán, con la que sí tuve experiencias escalofriantes que contaré en otro momento.

Esta moto era prima hermana de la moto de culto australiano, la Z1000 semi-carenado.
[url=http://www.clubvfrspain.es/index.php?topic=26849.0]PIEZAS VTEC[/url] / [url=https://www.dropbox.com/sh/vjla9d67zfyyg73/AAAF4Yza-LVkRnXavRhhlE5ea?dl=0]MANUALES[/url]

ajrdVFR

 :drink1: :eusa_clap: :eusa_clap:

Como dice Sonic, yo tb nací tarde al mundo motero. Neba, cuando tu te caias en la Morcuera, yo estaba sacando el carnet de moto, así q no digo nada. Cierto es q tuve una caída (1), pero no tiene mucho q contar (por suerte).

Encantado estoy de leer esas historias, las de verdad.

:ok:
VFR VTEC F2

Pistalibre

Maestro Noyes  :eusa_clap:

Me ha recordado, punto por coma, por qué tengo una 748 y no una R1.

ManuVFR

Me ha encantado ......  gracias por compartirlo  :bienn: :bienn: :bienn: :bienn: :bienn: :bienn:.

Vsssssssssssssssss   :victory: :victory: :victory:.


P.D.: Esa época hay que vivirla para sentirlas y transmitirlas.


¡¡¡ Mientras lleguemos todos ...... Me da igual  ¡¡¡

holleros

Que tiempos aquellos, cuando bebíamos agua.  :peta4:
Tus manuales aquí  [url="http://www.clubvfrspain.es/modules.php?name=Forums&file=viewtopic&t=8208"]http://www.clubvfrspain.es/modules.php?name=Forums&file=viewtopic&t=8208[/url]

josue74

Bonitas historias, gracias por compartirlas. Desgraciadamente, muchos "héroes" pagan muy caro su arrojo...
Montar en moto es lo más divertido que se puede hacer vestido...

Sonic

Hablando de la moto de culto australiano, la Kawasaki Z1000 de los 70...

Se deja constancia de ella en la respuesta australiana a la película Easy Rider: Stone

Stone (1974)

La primera escena no tiene desperdicio...  :risa7:

Del minuto 11 al 14, unas cuatrocientas Z1000 rodando en procesión funeraria  :icon_eek:

Y una carrera callejera como en el cuento de Noyes a partir del minuto 48...  :drink5:

[url=http://www.clubvfrspain.es/index.php?topic=26849.0]PIEZAS VTEC[/url] / [url=https://www.dropbox.com/sh/vjla9d67zfyyg73/AAAF4Yza-LVkRnXavRhhlE5ea?dl=0]MANUALES[/url]

Murdock

Cuánto daño hizo el zoom en los 70, invento del demonio... :redhot:

kako74

JOSEU!! has visto mi correo que te mandé??

Pistalibre

Cita de: Sonic en Marzo 09, 2014, 12:28:30 AM
Hablando de la moto de culto australiano, la Kawasaki Z1000 de los 70...

Se deja constancia de ella en la respuesta australiana a la película Easy Rider: Stone

Stone (1974)

La primera escena no tiene desperdicio...  :risa7:

Del minuto 11 al 14, unas cuatrocientas Z1000 rodando en procesión funeraria  :icon_eek:

Y una carrera callejera como en el cuento de Noyes a partir del minuto 48...  :drink5:

Bonitas escenas. La del sidecar casi de culto. Los moteros, unos macarras!

CENTURION

 :drink5:Bonita historia,,,  me ha encantado.... y por un momento ha venido a mi memoria todos los recuerdos de mis andanzas en mi primera moto gorda allá por 1983,,, nada mas y nada menos que una Benelli 500 LS con sus 4 tubos de escape,,,y un sonido que nunca mas he escuchado en una moto..... y de las veces que pude "esnafrarme" y que afortunadamente pasé de largo :icon_eek: la nostalgia es sinónimo de "Experiencia" y sobre todo de SUPERVIVENCIA.. :victory:  hay que seguir así :drink5:

VSSSSSSSSSSSSSS
VISTA, SUERTE Y AL TORO

Sonic

[url=http://www.clubvfrspain.es/index.php?topic=26849.0]PIEZAS VTEC[/url] / [url=https://www.dropbox.com/sh/vjla9d67zfyyg73/AAAF4Yza-LVkRnXavRhhlE5ea?dl=0]MANUALES[/url]

DrNillo

Haber es un verbo, A ver es mirar, haver no existe. Haya es haber, Halla es encontrar, Allá es un lugar, Aya es niñera. Iba es de ir, Iva es un impuesto e Hiba no existe. Valla es un cartel grande, Vaya es ir y Baya es un fruto

Nebari

Vale .... dejémonos de anglicismos. Aquí le decimos velcro.