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Al calor de la llama

Iniciado por ansanga, Diciembre 20, 2014, 05:23:23 PM

ansanga

Ahora que falta poco para que entre el invierno, permitidme que os hable de enero, dejadme que intente insuflaros un pequeño soplo de gélido viento helado. Ya sé que es curioso que hoy os lleve hacia atrás casi un año, pero me divierte el hecho del tiempo pasado, y escribir es un juego, un juego divertido, que hago cuando plazco.

Las invernales son algo extraño, intentar entender porque las personas en medio del frío y la nieve conducen una moto, soportan las inclemencias del tiempo y duermen en una tienda de campaña, probablemente sea tarea para locos, cualquiera ajeno a este mundo no sabrá porque lo hacemos, ni qué sentido tiene ello, sin embargo, yo me encuentro a gusto haciéndolo. Saber y ser consciente de que cuando la mayoría de las personas dan un paso atrás, nosotros lo damos hacia delante, sienta bien.

Llevaba tiempo queriendo asistir a una de las dos principales invernales de España, ya fuera a Pingüinos o a Motauros, pero debido a la incompatibilidad de fechas aún no lo había conseguido, y creo que puedo decir ahora ya concluida, de que no pude haber escogido un mejor año en el que acudir, no sólo por el clima que me acompaño, los amigos con los que fui y a los que allí conocí, sino hasta los errores que cometí, todo pareció alinearse para convertir a Motauros en un referente ineludible al que asistir.


Salí en soledad temprano de Valencia, inconscientemente en estas fechas buscando la carretera comarcal y la nacional, separándome de la autovía y del grupo, renunciando un poco a la seguridad y buscando la placidez de las pequeñas carreteras y de los viejos paisajes invernales. Me dirigí por mojadas carreteras hacia Cuenca y atravesé las inmensas extensiones de los campos de Guadalajara, como me gustan esos campos arados de Castilla, ese marrón trillado cercano a los pequeños pueblos con rojizos tejados, te hacen sentir que formas parte de la tierra, una pequeña vuelta a tiempos más sencillos. Continúe conduciendo degustando la carretera y su paisaje, y casi ya cercano a la provincia de Madrid se me obsequio con una vista que aludía a un grato recuerdo, una pequeña cima de pastos verdes cortando el azul del cielo, una breve memoria de cuando bajo en primavera a Jerez y paseo por las tierras de Córdoba, la típica vista en la que los diseñadores de Windows se inspiraron para hacer su famoso fondo de pantalla, en resumen, un día estupendo para conducir en moto.

Seguí avanzando por la nacional 320 dirección a Torrelaguna, y allí tomé una decisión que pudo resultar fatal. Esta zona era desconocida para mí y aun habiendo visto previamente que anunciaban nieves por donde realmente quería ir, en el preciso momento en que la sensatez ha de imponerse, tristemente se escapó rauda la cordura y dio la bienvenida a la emoción. De modo, que mofándome un poco de la meteorología me dirigí hacia el puerto de Navacerrada queriéndolo conocer. A 1400 metros de altura empezaron en su bello paraje las cunetas a blanquecerse, poco a poco los árboles se tornaban pálidos, mientras ascendía el mojado asfalto se iba helando paso a paso y lo que a los 1500 metros era puro placer de conducción, a los 1700 cambió radicalmente a sombrío. La carretera estaba helada, soplaba una ligera ventisca, tuve un desliz en la rueda trasera que por poco me hizo conocer el suelo, nieve en mis brazos y en mi visera y la niebla delante mía, así estuve hasta los 1800 y parte de la bajada. Con la congoja en mi ánimo por suerte logré superar el puerto a salvo, y ya casi habiendo descendido, la montaña me miró por el espejo y me recordó su consejo, nunca me pierdas respeto.

Pero avancemos un poco, dejemos para otro día la visita a Segovia, dejemos ahora su Acueducto y su Alcázar, lo importante es Motauros, eso es de lo que hablábamos, y yo ya casi había llegado.

A unos pocos kilómetros antes de llegar empecé a ver las primeras motos, ya empezaba a echarlas de menos, no había visto ninguna durante el viaje y debido a la importancia de esta concentración me resultaba algo extraño. Entrando en el pueblo comencé a ver el bullicio característico de un ambiente motero y mi cabeza ya giraba a un lado y a otro viendo una moto, y otra, y otra, y otra... sabéis lo que es, no hace falta que os lo cuente. Me inscribí en el pueblo y fui directo a la zona de acampada, Enrique y Mari habían salido caminando a esperarme, los recuerdo sonriendo con una cerveza en la mano y esa expresión en su cara diciendo, -Antonio, que esto ya empieza.
Llegamos a la parcela donde estaban las tiendas, había una gran carpa en medio de ella, he de decir que no era lo que me pensaba, nada que ver en austeridad con lo que suponía, todo estaba bien preparado y aún no había empezado a entender nada. En seguida la camaradería se hizo presente, todavía no había bajado de la moto y ya se me había ofrecido un caldo con el que entrar en calor, lo que me resultaba gratamente extraño porque apenas conocía a nadie. De modo que con el amable recibimiento, saludar a los amigos, conocer a los nuevos, aparcar la moto, el montaje de la tienda se retrasó un poco.

Una vez todo estuvo montado me fui a conocer un poco el recinto, hacía tiempo que no asistía a una concentración fuera del foro y no me castiguéis si os digo que disfrute un poco del cambio. Viendo diferentes tipos de motos, diferentes accesorios puestos en ellas y gente desconocida, sentí de nuevo esa integración familiar al amplio grupo al que pertenecemos.































Ya de vuelta, la hoguera estaba ardiendo, las llamas empezaban a consumir los primeros troncos de leña, y en torno a ella se organizaba el centro de la vida en la parcela. Después de la charla y el coloquio vinieron la visita a las tiendas, camisetas, gorras, merchandasing en general ya sabéis, una atracción de una Suzuki con un corona de transmisión más grande que una paella valenciana haciendo caballitos estáticos y el frío vallisoletano de una noche de enero. Recuerdo un desfile inagotable de cervezas que pude contar hasta la novena, en las postreras ya la mente había alzado el vuelo y la veneración a esta nuestra particular fiesta pagana, a la que puso música El Mago de Oz.

















De vuelta del concierto me encontré sin darme cuenta arropado por la llama, ahí estaba, calentándome junto a ella en compañía de todos los que formábamos el grupo. Mientras ardía, iba conociendo a Marcos, a David, a Merce, Pepe, Ana, Paco... a todos los demás. Hablando de viajes, tipos de motos, ruedas, averías... en fin, sabéis a que me refiero. Te das cuenta de que es ahí donde realmente reside el verdadero espíritu de una concentración invernal. Personas que no se conocen entre sí, de distinta procedencia, unidas por la llama y por un vínculo en común, la moto.

El primer día que os visteis, fuisteis amigos, cuando volvisteis a veros, fuisteis hermanos (Proverbio afgano).


Por la mañana las hogueras habían menguado en intensidad y una capa grisácea impregnaba la zona de acampada, todo estaba recubierto de olor a brasas y a ceniza, de una sutil suciedad que se había posado en las motos y en las tiendas de campaña, esa suciedad que en otras ocasiones detestaríamos embriagaba el ánimo, te hacía ser consciente de donde estabas. Mientras paseaba y observaba el despertar de motos y moteros me iba danto cuenta, de que esto, era Motauros, y eso no era cualquier cosa.

Después de desayunar nos fuimos al pueblo a ver la salida de las motos que iban a recorrer la ruta programada, nosotros no podíamos, habíamos dejado las nuestras detrás de las tiendas y era casi imposible sacarlas de ahí, por lo que nos fuimos andando a echarle un ojo al pueblo y a almorzar ya de paso.











A la vuelta las parrillas ya estaban encendidas, y la carne en las brasas, Antonio y Manoli y sus hijos Pepe y Laura habían preparado la comida  y eran responsables de la magnífica organización de la que éramos participes, todo, desde la carpa instalada para guarecerse por si llovía, hasta la localización del sitio donde acampar, todo el avituallamiento que pudiéramos necesitar, todo estaba controlado, así daba gusto ir a una concentración. Cada persona con la que hablaba les agradecía la hospitalidad con la que les habían obsequiado, casi resultaba injusto ir así de bien, nuevamente, gracias.

























Después de la cena llegó el momento más emblemático de las invernales, el desfile de las antorchas, el instante donde recordamos a los compañeros que tristemente nos dejaron en la carretera. Nos dirigimos andando hacia el puente de Tordesillas para contemplar el homenaje a esas personas que vivieron por la moto. Yo ya había participado antes en este tipo de desfiles y esta vez quería verlo desde fuera, poder fotografiarlo. Después de los fuegos artificiales empezaron a circular las primeras motos, cada una llevaba una llama encendida, cada una un recuerdo, una vida, en realidad, varias. Mientras las veo pasar y voy plasmando a través de la cámara el momento, me pregunto quiénes serían, que esperanzas tendría cada una y que sueños les alimentarían. Recupero sin darme cuenta y hago mía la inmortal pregunta de John Donne, ¿por quién doblan las campanas?, y comprendo en ese momento más que nunca el verdadero significado de esa respuesta, la cual, sino la conocéis, os exhorto a que la busquéis, encontraréis mayor sabiduría en esas tres simples palabras que en la mayoría de libros que podamos leer.


Dedicada a mi hermano, a quien nunca tuve el placer de conocer.



El domingo amanece con una grata sorpresa, la nieve ha caído por la noche y nos ha regalado una fina capa blanquecina en la pinada, en cuanto la vemos parece que a todos se nos ilumina un poco la mirada, como si la estuviéramos esperando. Porque una invernal sin nieve parece que desmerece, se necesita que esté presente, ese punto extra de dificultad que conlleva es algo que aceptamos y con lo que disfrutamos, aunque a veces nos haga complicado el retorno, bastante complicado la verdad, podéis creerme.













Va llegando la hora de marcharse, entre todos recogemos la carpa y dejamos limpia la parcela, nos preparamos para la vuelta y la despedida, Motauros 2014 se ha acabado. Pero no penséis que esto es el final, la llama se mantuvo encendida, nunca llegó a apagarse del todo, y pronto nos calentará a todos de nuevo, en el albor del nuevo año.




Para esos "locos" de las motos.

Crónicas: [URL=[url="http://www.clubvfrspain.es/index.php?topic=31408.0%5DBorracho"]http://www.clubvfrspain.es/index.php?topic=31408.0]Borracho[/url] de olor a jungla virgen[/URL] / Corazón de Ulises / Al calor de la llama


Thundercats

Menos mal que has puesto una letra gordita que si no... se hace interminable...

Bonitas fotos, buenos amigos, buena ruta y mejores comidas... uffff.. que mas se puede pedir...

Ah bueno.. que hasyas vuelto para contarnoslo....
Manuales y varios para descargar

[url="https://drive.google.com/drive/folders/1hcwOEjWJ1FdiLL0VH3lVb1EVvB2yQTF6?usp=sharing"]https://drive.google.com/drive/folders/1hcwOEjWJ1FdiLL0VH3lVb1EVvB2yQTF6?usp=sharing[/url]
Si teneis alguna documentación que pueda enriquecerlo... enviadmela a Thundercats.manual.moto@gmail.com

Nebari

Se echan de menos las conversaciones alrededor de una hoguera. Buena y entrañable crónica que se lee del tirón y sin pestañear.  :victory:

Enrique

Muy buena cronica Toni , y que recuerdos..muy buena concentracion...y que ganaaaaaaaaaaas de que llegueeeeee :drink5: :drink5: :drink5:

Enrique

Por cierto este año hacemos el desfile de antorchas que fotos ya hiciste el año pasado ;D ;D ;D ;D ;D :Motero: :Motero: :Motero:

peleja

Se me a hecho corta, imposible dejar de leerla.
:eusa_clap: :eusa_clap: :eusa_clap: :eusa_clap: :eusa_clap:

Y con esa asistencia me están entrando ganas de probarla.
:eusa_whistle: :eusa_whistle:

josele

Gran crónica toni, en tu linea :bienn: :bienn:
EL MAYOR FRACASO ES NO INTENTARLO!!!!!!

Arri

"Dad al hombre salud y metas a alcanzar
y no se detendrá a pensar si es o no feliz"

George Bernard Shaw

Enrique

Vente Peleja,,,,asi Toni no duerme solito... :paraguas: :paraguas: :paraguas:

Sonic

[url=http://www.clubvfrspain.es/index.php?topic=26849.0]PIEZAS VTEC[/url] / [url=https://www.dropbox.com/sh/vjla9d67zfyyg73/AAAF4Yza-LVkRnXavRhhlE5ea?dl=0]MANUALES[/url]

ansanga

Cita de: Enrique en Diciembre 20, 2014, 11:21:58 PM
Vente Peleja,,,,asi Toni no duerme solito... :paraguas: :paraguas: :paraguas:

Enrique, tu amabilidad siempre me sorprende  :icon_evil:



seras mamon  :jodete3: :descojono:
Crónicas: [URL=[url="http://www.clubvfrspain.es/index.php?topic=31408.0%5DBorracho"]http://www.clubvfrspain.es/index.php?topic=31408.0]Borracho[/url] de olor a jungla virgen[/URL] / Corazón de Ulises / Al calor de la llama


vectragt

Felicidades por la crónica y por lo maravilloso del recuerdo que te quedó  :drink5:
Hasta el dia que no me he subido en mi VFR no he sabido realmente lo que era montar y disfrutar en una moto

wookie


ansanga

Cita de: wookie en Diciembre 21, 2014, 10:52:48 AM
Mola, no hay hotel cerca? :paraguas:

El hotel mas cerquita para ir a Motauros lo tienes en Valencia, pero tienes por 20 pavos una tienda de campaña en Decathlon que es una maravilla  :eusa_whistle: :risa7:
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ansanga

Por cierto, gracias a todos por vuestros comentarios, se agradecen mucho  :drink5:
Crónicas: [URL=[url="http://www.clubvfrspain.es/index.php?topic=31408.0%5DBorracho"]http://www.clubvfrspain.es/index.php?topic=31408.0]Borracho[/url] de olor a jungla virgen[/URL] / Corazón de Ulises / Al calor de la llama


Vigus


jcap

[url=https://ibb.co/ftfchT3][/url]

juanmanfg


Vfrlopez

Hace tiempo que no voy a las grandes invernales, y la verdad es que algo se echan de menos.

gracias Toni por la cronica, es ......como si hubiera ido  :drink5:

salu2
:victory:
Del poble de la xufa 

rossa91

Buen trabajo tronquete, buenas fotos y mejores sensaciones las que trasmites, hace ya tiempo que no acudo a un evento invernal, pero leyendo esta crónica se me he refrescado la memoria, de los camaradas, del frío, del olor a humo de la hoguera, del aroma de las parrilladas, el reconfortante caldito del cocido, los hielos y las nieves junto a la cuneta y también en la rodadura, las nieblas, también los rayos de sol perdidos, la lucha por pasar con la moto por firmes poco acogedores evitando la caída.., el viaje.

Grazie por el relato y las fotillos.